domingo, 19 de agosto de 2007

Extraordinary city


Y todavía yace sobre el suelo echando humo por doquier. Desde la esquina aún parece que alguien va a pisar sobre ese espacio, pero una y otra vez, se han equivocado. Cual lugar sagrado, permanece aún sin ser tocado, inerte sobre las lineas peatonales. Al verlo, parece como si uno estuviera viajando fuera de este mundo, a una extraña ciudad en llamas, cuyos habitantes iban de un blanco pálido a un anaranjado, más cerca de un marrón clarito. Ves como la gente corre, desesperada, por las calles rojas y humeantes, el calentamiento global ha afectado tanto a este país extraordinario... este país donde suceden cosas fuera de lo común, nada es lo que parece, nada.. Ni las cosas que he creído ver; fueron alguna vez la realidad que veo; saliendo de aquella humeante ciudad para ver que semejante incendio fue sofocado con tan sólo un zapato; uno que pisa con la fuerza de 700 caballos. Las ardientes calles, ahora ennegrecidas, continuaban humeando sin cesar. Para que luego, una inintencional patada en mi pie izquierdo me trajera de nuevo a la realidad, para ver que mi lejana ciudad era tan sólo un cigarrillo que había sido arrojado, encendido, a media calle... Y todavía humeando, cuidadosamente apagado por quien me había pateado...

1 comentario:

Anónimo dijo...

q lindo nombre q le pusiste =P
es una manera muy linda de vivir pero imposible XP ojala no tuviera preocupaciones -.-
me gusto el texto q escribiste

buen
deje mi huella en el mundo =), al menos en tu blog jajaj
tkm!
Ar!